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sábado, 21 de diciembre de 2013

claves para triunfar en 2014

Un agente inmobiliario debe empezar a trabajar desde ahora para conseguir éxito en 2014, dedicando tiempo y trabajo para obtener frutos en los seis meses próximos. Las áreas en las que debe que centrarse para triunfar en el próximo año en el mercado inmobiliario son las siguientes:
  1. Beneficios y prosperidad. Todas las herramientas y las tareas a las que se dedique en sus horas de trabajo deben ir orientadas a obtener un provecho de este tiempo y esfuerzo empleado. Por eso, para mejorar en 2014, el agente debe preguntarse: “¿Invierto de forma eficaz los beneficios obtenidos?” “¿Cuál es mi plan para aumentar mis beneficios en el futuro?”.
  2. La imagen y reputación de la marca. La imagen de una agencia inmobiliaria es mucho más que un logo, también incluye su aspecto, los sentimientos que transmite, los mensajes que lanza a los clientes, así como un buen hacer y una buena reputación que hagan los profesionales que trabajen en ella, que tendrán más importancia, que otros factores.
  3. Marketing inteligente. Guiarse por una estrategia de marketing es esencial. Actualmente, hay muchas vías y plataformas para hacer campañas de comercialización, pero emprenderlas según modas y sin ninguna hoja de ruta en concreto, puede acabar causando un ‘fiasco’ en los resultados globales. Es recomendable pensarla y estudiarla previamente.
  4. Rodearse de un buen equipo. Aunque el agente inmobiliario sea bueno, hay veces que no se puede hacer todo el trabajo solo y es necesario delegar. De hecho, puede que muchas otras funciones las desempeñen mejor otras personas secundarias que nosotros mismo. Por eso, para saber en qué deberíamos buscar otras ayudas, el API debería responderse a esta pregunta: “Si los recursos fueran ilimitados, ¿en qué me gastaría una subcontratación?”.
  5. Credibilidad y confianza. Para triunfar en el mercado inmobiliario uno de los aspectos más importantes es tener credibilidad y transmitir confianza a nuestros potenciales clientes. Para ello, hay que tener en cuenta que el trato con cada cliente será muy importante de cara al futuro. También hay que asegurarse de tener buena imagen que en los lugares en los que los posibles compradores vayan a buscar información sobre nuestra agencia inmobiliaria.
  6. Liderazgo e influencia. Los contactos y las relaciones personales y laborales pueden abrir muchas puertas y beneficiar mucho al negocio. Por eso, los agentes inmobiliarios no solo deben centrarse en cerrar bien sus operaciones de compraventa, sino también ser activo por las redes sociales, en las comunidades de profesionales, en asociaciones, en sus oficinas y en otras áreas de influencia.
  7. Estar siempre preparados. Un API siempre debe tener planes para mejorar en el futuro, independientemente de en qué ciclo se encuentre el sector inmobiliario. Los profesionales siempre deben localizar y centrarse en los nichos y oportunidades de mercado que puedan sostener y potenciar su negocio el día de mañana. Incorporar nuevas herramientas y ventajas necesarias para ello serán las claves del éxito.

martes, 17 de diciembre de 2013

Aspectos esenciales del agente inmobiliario

aspectos ESENCIALES en un agente inmobiliario. Hemos creado una tabla que reúne los tres tipos de agente inmobiliario que existen en este momento, clasificados según los atributos más predominantes en cada uno de ellos. Échale un vistazo y comprueba qué tipo de agente inmobiliario eres.
Tipos de agente inmobiliario:
El melancólico: el agente inmobiliario que se lamenta de la situación actual sin realizar demasiados cambios para que su situación mejore.  Tiene fe en que la situación va a cambiar y por tanto espera sentando mientras pase todo el chaparrón. No realiza inversión alguna en publicitar su empresa o su cartera de inmuebles, ya que lo considera un gasto superfluo e innecesario. Se ha quedado estancado en el 2007, cuando las cosas marchaban a la perfección.
El creativo- proactivo: es consciente de la situación económica actual, pero no se lamenta en ningún momento; trabaja muy duro por hacer el mayor número de captaciones posibles y tener el mayor número de clientes. Siempre está dispuesto a colaborar, reserva parte del presupuesto mensual a publicidad, organiza jornadas de puertas abiertas, interactúa con compañeros del sector, forma parte de asociaciones inmobiliarias…
El psicólogo-empático: para el lo principal es la satisfacción del cliente, se pone en el lugar del cliente constantemente e intenta crear unos vínculos especiales para que el cliente se sienta lo más cómodo posible, siempre manteniéndose en su lugar. Es de la opinión de más vale poco y bueno que mucho y malo. Cuida a los clientes y siempre va con la verdad por delante.
¿Y tú qué tipo de agente inmobiliario eres?  ¿Crees que ha llegado el momento de cambiar algo? ¿O por el contrario crees que estas actuando como debes?
Si eres psicólogo-empatico o creativo-proactivo, (sobre todo el segundo tipo) te damos la enhorabuena y te animamos para que sigas así; sin embargo si te sientes identificado con el melancólico ¡cambia por actitud antes de que sea demasiado tarde! Piensa que no hay mal que dure 100 años e intenta disfrutar de tu profesión, sino mira lo que decía Confuncio “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.
el agenteinmo

miércoles, 4 de diciembre de 2013

PARA ACLARAR EL PORQUÉ SOBRE LAS ACTUALES EXCARCELACIONES:




La sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo,
NO DICE que los etarras, ni los violadores, etc, son buenos.
NO DICE que los etarras, ni los violadores, no tengan que estar en la cárcel.
NO DICE que las penas a los etarras, ni a los violadores, etc, sean duras o que no pudieran ser mucho más duras.

Lo que el Tribunal de Derechos Humanos,
DICE es que lo hemos hecho muy mal a la hora de castigarlos, porque primero les hemos puesto una pena muy blanda Y luego hemos querido arreglarlo haciendo un apaño, que es el que el tribunal ha declarado ilegal.

El origen del problema data del Código Penal de 1973. Este código establecía una pena máxima de 30 años y un sistema de un día de redención de pena por cada dos de trabajo. De esta manera, resultaba primero que terroristas condenados a cumplir condenas de cientos de años en ningún caso podían cumplir más de 30, y segundo podían salir de la cárcel cumpliendo apenas 20 al descontarse de los 30 los beneficios penitenciarios por redención de pena. Indirectamente también provocaba el efecto de eliminar el principio de proporcionalidad de la pena, estableciendo de hecho una tarifa plana para el crimen en virtud de la cual penalmente casi daba igual matar a uno que a ochenta.

Esta situación se prolongó hasta 1995, año en que se reformó en profundidad el Código Penal incluyendo este asunto. Es decir, que todos los casos que ahora representan un problema datan de ese período comprendido entre 1977 (tras la amnistía general que se produjo aquel año) y 1995.

La situación eclosionó en 2006 en el momento en que los primeros etarras juzgados por el código del 73, en virtud de aquel código y aquel sistema de redención de penas, tenían que empezar a ser liberados.

Puesto en la tesitura de tener que poner en libertad al terrorista Henri Parot, autor del atentado contra una casa cuartel en Zaragoza en el que murieron 11 personas, tras tan sólo 16 años de haber estado encarcelado, el Tribunal Supremo lo evitó creando la “doctrina Parot”. En virtud de esta doctrina el tribunal interpretaba que las redenciones de pena por beneficios penitenciarios no debían descontarse de los 30 años de pena máxima efectiva, sino del conjunto de todas las condenas que, en el caso de los terroristas más sanguinarios, podía alcanzar centenares de años.
La doctrina Parot no sólo evitaba la excarcelación de etarras sino de otros delincuentes particularmente peligrosos, incluyendo asesinos en serie o violadores reincidentes.

No obstante, si analizamos la secuencia de los hechos, lo que tenemos es un Código Penal ridículamente desequilibrado a favor de los criminales. Pero ése fue el Código Penal que mantuvieron sucesivos gobiernos entre 1977 y 1995. Es decir, que algunos de nuestros bienamados políticos, particularmente los del PSOE, decidieron mantener durante 18 años ese código particularmente blando con los terroristas, duro con las víctimas y peligroso para la sociedad.

No es culpa del tribunal europeo que eligiéramos ese código. En el año 77, en el 82, o en cualquier otro momento anterior al 95, podíamos haber implantado la cadena perpetua revisable, como en Francia o Alemania, y hubiera sido perfectamente legítimo.
En vez de eso mantuvimos el código del 73 y más tarde, muy en línea de nuestra peor reputación de improvisadores y chapuceros, al llegar las consecuencias del desastre hicimos un apaño fulañero para intentar paliar las consecuencias de una previa política penal catastrófica.

El problema es que aquel apaño no fue legal. Uno puede elegir, legítimamente, imponer una pena de 10, 20 u 80 años a un terrorista. Lo que no puede hacer es ponerle una pena de 10 años y, transcurridos esos 10 años, dándose cuenta de que era una pena muy pequeña, intentar cambiarla por otra de 20. Eso es lo que el Tribunal de Derechos Humanos ha determinado que no se puede hacer. Y es por eso por lo que los etarras detenidos en Francia pueden estar condenados a penas más duras que en España con la bendición apostólica del Tribunal de Estrasburgo.

Lo que el Tribunal de Derechos Humanos ha dicho, por tanto, no es que los etarras sean buenos, ni que merezcan penas inferiores a las que se les impusieron, ni que los etarras de la promoción del 94 sean mejores que los de la promoción del 95, sino que nosotros fuimos tontos.
Las responsabilidades no hay que pedirlas al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, sino a todos los políticos españoles que por activa o por pasiva han permitido esta situación.

Si alguno de los políticos españoles , en el Parlamento, Senado, Parlamento Europeo, etc,  tuviera algo de vergüenza dimitiría y además debería de pediría perdón a la sociedad en general y alas víctimas en particular. No lo vamos a ver porque son hez.

Resumiendo. Lo que el Tribunal de Derecho Humanos dice no es que los etarras sean buenos, sino que nosotros los españoles somos tontos.

Continuamos dando nuestro voto a los partidos que elaboran leyes que favorecen a los delincuentes (terroristas, asesinos, violadores, ladrones, etc, etc ). Entre los partidos que favorecen dichas leyes están PSOE, PSC, PP, CiU, CDC, PNV, EA, IU y otros marginales. Ha sido sangrante que PSOE y PP hayan podido cambiar dichas leyes cuando han tenido mayoría absoluta y no lo han hecho.Que los etarras (algunos) salgan a la calle no es culpa de la ETA ni de Estrasburgo, sino más bien de la mayoría  de nuestros políticos.